miércoles, 24 de abril de 2019

Pratdip




Pratdip es un municipio del Baix Camp (Tarragona), situado a los pies de la sierra de Llaberia y a menos de 10 km de la costa tarraconense, donde el viento sopla fuerte. De tradición agrícola y ganadera, muchas de sus construcciones están hechas con los materiales del entorno. Un pueblo donde predomina el color de la piedra calcárea de sus montañas. El casco antiguo de Pratdip  conserva aún su fisonomía medieval. Su población no alcanza a los 800 habitantes.






Cal Fregit (alojamiento rural)

Los Lavaderos

A la entrada del pueblo, lo primero que vemos son los lavaderos municipales; aunque este no era su emplazamiento original. Actualmente están en desuso y constituyen un punto de reunión de los pratdipencs.


Lavaderos
Torres de Defensa

La torre del Capet, junto con la de ca la Torre y el castillo, formaban parte de la muralla que protegía el pueblo medieval, que se organizaba alrededor de la iglesia y permanecía cerrado tras los portales. El origen no está claro y se le atribuye entre los siglos XIII o XIV.

Portal de acceso a la antigua muralla


Actualmente se conserva aún el portal que servía de puerta de acceso, el cual acabada con un arco de medio punto.
Con una altura de 16 metros, en la fachada exterior de la torre hay dos ventanas y un matacán. En la cara interior, que daba al pueblo, hay una arcada y dos puertecillas laterales elevadas, terminadas con un arco también de medio punto.
La torre se conoce también como “la cárcel”, ya que durante un tiempo ésta fue su función.
El año 1985 fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional.
La torre de defensa del Capet

Iglesia de la Natividad de Santa María 

Arcadas de Cal Sisa
Las arcadas de Cal sisa son  los restos de las murallas que rodeaban el municipio, y que actualmente están integradas en las casas particulares, creando un pasillo urbano a través de la muralla aunque todavía hoy en día se pueden ver las arcadas de piedra originales. Es la parte más antigua del pueblo.


La leyenda de los dips

Los dips, son unos perros lobo negros y vampiros endemoniados que habitaban en las montañas de la sierra. Algunas noches, se dejaban ver, mostrando su silueta oscura en el horizonte, haciendo brillar sus ojos desafiantes en la oscuridad o atemorizando al pueblo. Pero lo que más preocupaba los habitantes de Pratdip era  encontrarse a sus rebaños atacados aún con las marcas de los colmillos con los que el dip les había chupado la sangre.
Los dips, han acompañado el nombre de Pratdip desde el nacimiento del pueblo, aparecieron representados por primera vez en el retablo de Santa Marina de 1602; después lo hicieron en 1730, en otro retablo barroco, en el que tomaban una forma más feroz y desafiante, y, más tarde, terminaron presidiendo el escudo municipal.
Hoy, el dip, se ha convertido en el símbolo del pueblo, un elemento diferenciador, que lo caracteriza. Lo encontramos en una de las entradas al municipio, en el monumento al dip; y a través de un itinerario turístico lo podemos buscar en diferentes rincones del pueblo. En el punto de información encontraréis el folleto de la ruta de los dips, y dónde localizar las 10 figuras escondidas.


 

El castillo

El pueblo de Pratdip está coronado por los restos visitables del castillo, con fantásticas vistas sobre este lugar de tejados rojizos y la sierra de Llaberia



Estuvo habitado hasta el siglo XVII y en 1846 quedo gravemente afectado por un fuerte terremoto. Fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1985 y en una de las actuaciones de restauración se encontraron restos de un enterramiento del Neolítico


 Accedemos al castillo por unas escaleras, y en la roca hay un pequeño santuario a la virgen de Santa Marina, patrona de Pratdip. Pratdip celebra su fiesta mayor el 18 de julio y la segunda fiesta en el mes de septiembre.



Pratdip



El castillo  está coronado con la señera independentista, simbolizando el momento político que se viven en la actualidad en Cataluña.



Pratdip desde el castillo
Restos muralla del castillo























Ermita de Santa Marina

A 4 kilómetros se encuentra la ermita de Santa Marina. Se trata de un gran santuario construido en el siglo XVI. Según la tradición, las jóvenes solteras que acudían en romería al santuario encontraban pronto pareja. La romería a la ermita tiene lugar en el mes de julio.
El conjunto arquitectónico del Santurio de Santa Marina,está formado actualmente por cinco edificios:
  • La ermita de santa Marina
  • La casa de la Fuente
  • La casa de los ermitaños
  • La Casa Grande
  • El antiguo balneario
Ermita de Santa Marina
Un dicho popular dice :
«a Santa Marina
ves-hi fadrina
que si fadrina hi vas,
casada tornaràs.
»
Su traducción vendría a ser: "A santa Marina, ve soltera, que si soltera vas, casada  volverás"

Fuente de Santa Marina
Fuente Santa Marina



También encontramos la Fuente de Santa Marina, bastante concurrida por su agua fresca y de propiedades curativas, y un área de recreo, con mesas y bancos de piedra ideal para hacer un picnic.


Es habitual encontrar a gente llenando garrafas de agua.


Fuente Santa Marina
Área recreativa
La casa de la fuente
Durante el siglo XVIII se construyeron la casa nueva de los ermitaños, la Casa Grande, que alojaba las cuadras en la planta baja y la hospedería arriba, y la casa de la Fuente que cubría con porches la fuente de tres muñecas y ampliaba el alojamiento. 

Casa de la Fuente
Interior casa de la fuente


Pero el santuario no estaba libre de problemas, entre los que destaca el momento de la promulgación de la Ley de desamortización de Mendizabal en 1834, por la que se expropia las tierras y los edificios excepto la ermita y la casa del ermitaño. 


Para evitar que estos bienes pudieran ser comprados por personas ajenas, el cura reunió a nueve familias ricas del pueblo, con la intención de crear una sociedad capaz de participar en la subasta y adquirir los títulos de ésta. A pesar de que la idea dio buen fruto, posteriormente sería motivo de una grave polémica. En efecto, terminada la Guerra Civil, el obispado inscribió en el Registro de la Propiedad de Falset los antiguos bienes expropiados como propios. Los vecinos se sintieron defraudados por esta acción unilateral, estallando un enfrentamiento con el clero y como consecuencia la ermita quedó prácticamente abandonada.


Casa de la Fuente

Fuente de la Ermita


En 1917 se inauguró un balneario de lujo a iniciativa de tres barceloneses. Este hotel no tuvo el éxito deseado y más tarde pasó a manos del consorcio de propietarios de Santa Marina en beneficio de la ermita pero fue clausurado después de la guerra. Se conservan todavía los restos.



Desde la ermita de santa Marina podemos hacer diversas rutas de senderismo, pasando por el Barranco de la Dóvia al Coll del Marqués y bajada a la Font de la Anxera, pasando por los estrechos del río Llastres. Dejamos pendiente para otro día, recorrer los senderos.

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